Es notoriamente difícil predecir lo que pasará con las nuevas tecnologías. Sin embargo, poder hacerlo es de extrema importancia en el sector del transporte. La Economía Conductual, si se aplica correctamente, puede ayudar en esta búsqueda casi imposible de predecir la velocidad de adopción de una nueva tecnología. Para ilustrar esto, usamos dos tipos muy distintos de tecnología, Uber y Vehículos Eléctricos.
Por el momento, con todas las diversas tecnologías emergentes que afectan a la industria del transporte, como los vehículos autónomos, la movilidad como servicio o soluciones de transporte compartido, nunca ha sido más importante el poder predecir la velocidad de adopción de nuevas tecnologías y sus impactos.
Estas innovaciones podrían transformar nuestras comunidades y ciudades y tener un profundo impacto en la sociedad y la economía. Esto, solo si los planificadores urbanos toman ventaja de las oportunidades que las nuevas tecnologías ofrecen, al mismo tiempo que mitigan sus consecuencias negativas involuntarias, y para que esto pase necesitamos certeza e información.
Para ilustrar cómo la economía conductual puede ayudar a predecir la velocidad de adopción de la nueva tecnología usamos dos tipos de tecnología muy distintos. Uber, la aplicación para solicitar un taxi, y vehículos eléctricos. Ambas tecnologías han demostrado ser exitosas, pero el índice de adopción de ellas ha sido bastante diferente. Uber ha pasado de ser un emprendimiento a una multinacional de 70 mil millones de dólares estadounidenses en siete años, un índice de crecimiento que pocos esperaban. Por otro lado, los vehículos eléctricos apenas han empezado a despegar en 2016, después de diez años, con una adopción en el extremo más bajo de las predicciones.
Introduciendo la Economía Conductual
La Economía Conductual puede ser vista como un conjunto de principios, derivados de observaciones, que ayudan a explicar el comportamiento humano. Se ha desarrollado a partir de un deseo de explicar los resultados que no concuerdan con los esperados desde un punto de vista económico clásico. Aunque se considera más en un contexto de influencia (o "empujón") conductual, se puede aplicar de igual manera para predecir la demanda de nuevas tecnologías. A continuación, se resume el impacto de algunos de los principios de la Economía Conductual en el contexto de la reacción del consumidor ante Uber y los vehículos eléctricos.
• Comportamiento de demanda - El marketing inteligente ha permitido que Uber se ponga de moda entre su audiencia objetivo e incluso cuando era pequeña, se comportaba como si fuera grande. Por otro lado, los vehículos eléctricos todavía son vistos como un producto de nicho.
• Hábitos - Para la gente que ya utiliza aplicaciones de teléfono (la mayoría de los usuarios de teléfonos inteligentes), usar una aplicación para solicitar un taxi no es problema y es parte del hábito de usar el teléfono. No es el mismo caso con los vehículos eléctricos, donde existe una necesidad de romper el hábito de comprar un vehículo de gasolina o diésel. Esto requiere una intervención significativa y una clara razón para considerar un cambio.
• Ser visto como bueno - Este punto potencialmente positivo de los vehículos eléctricos tiene como inconveniente la negativa cobertura sobre sus credenciales ambientales, combinado con mensajes de que algo mucho más limpio (batería de combustible de hidrógeno) está a la vuelta de la esquina. Uber puede ser vista como buena ambientalmente porque vuelve innecesario el tener un auto.
• Empoderamiento - Una característica clave de la aplicación Uber (y de hecho de otras aplicaciones de taxi) es que se basan completamente en el empoderamiento de los usuarios, dándoles el control y la información, incluyendo la habilidad de evaluar a los conductores. En contraste, el problema con los vehículos eléctricos (aunque es más perceptual que real) es la "extraña ansiedad", que se refleja en la falta de control sobre la habilidad de poder llenar el estanque en cualquier momento.
• Relatividad - Para las aplicaciones de reserva de taxis la relatividad es un factor positivo, ya que se ven más económicos que los taxis, mientras que para los vehículos eléctricos pasa lo contrario, ya que son percibidos como más costosos que un vehículo diésel o gasolina (ver también Cortoplacismo).
• Cortoplacismo - Este es un desafío de gran escala para los vehículos eléctricos, ya que el costo a corto plazo se intercambia por el costo del uso a largo plazo. No hay un problema equivalente para las aplicaciones de reserva de taxi ya que no existe un costo directo, además los ahorros se hacen de inmediato, especialmente con las iniciativas que se usan para incentivar los registros.
• Mensajero - El éxito de Uber ha estado potenciado por el papel que juegan los mismos usuarios de la aplicación al difundir el mensaje (lo cual se incentiva con promociones de descuento). No existe un equivalente de elogios "por voz" de los beneficios de vehículos eléctricos.
Implicaciones y aplicaciones
Esta comparación entre Uber y los vehículos eléctricos ayuda a ilustrar cómo se puede utilizar a la Economía Conductual para ayudar a entender los problemas relacionados con la adopción de nuevas tecnologías, y cómo se puede acelerar este proceso. Un ejemplo actual son los vehículos autónomos, donde podemos ver que el principio de empoderamiento es un factor fundamental ya que involucra el renunciar a un grado de control. Por otro lado, si el objetivo es incentivar su adopción, se pueden implementar los principios de cortoplacismo, el ser visto como bueno y la relatividad a través de modelos de precios atractivos que motiven el compartir y el uso de vehículos amigables con el medio ambiente como los eléctricos.